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Hermandad del Confalón

REAL Y FERVOROSA HERMANDAD Y COFRADÍA DE PENITENCIA DEL BIENAVENTURADO SAN FRANCISCO DE PAULA, SANTÍSIMO CRISTO DE LA SAGRADA COLUMNA Y AZOTES, SANTÍSIMO CRISTO DE CONFALÓN Y NUESTRA SEÑORA DE ESPERANZA Y DE LA PURÍSIMA CONCEPCIÓN DE MARÍA EN SU INMACULADA CONCEPCIÓN

Sede Canónica  Iglesia Conventual de la Victoria

Hermano Mayor  D. Francisco José González de la Rosa

Año de fundacion  Fundación 1470. Primeras Reglas datan del 12 de
Diciembre de 1570

Número de Hermanos  1900

Túnica del cuerpo de Nazarenos  Sagrada Columna y Azotes: túnica blanca con fajín de terciopelo burdeos y escudo de la Hermandad bordado en el mismo. Cristo de Confalón: túnica blanca con fajín de terciopelo negro y escudo de la Hermandad.
El cuerpo de hermanos de paso: falda y camisa blanca, corbatín negro y fajín en terciopelo negro con el escudo de la hermandad en el centro, con capillo corto. Ntra. Sra. de la Esperanza: túnica y capa blanca, fajín de terciopelo verde y escudo en el mismo.

Su paso procesional calza  Paso de Columna y Azotes: 35, paso del Confalón: 32, y paso de la Virgen de la Esperanza: 30

Día salida procesional  Jueves Santo

Reseña Histórica

Fundación y origen

Se desconoce la fundación de la actual  Hermandad del Confalón, la referencia  documental más antigua conocida la sitúa  ya en 1470 en la desaparecida ermita  de San Martín 1. Así se desprende de la petición  realizada por el hermano mayor al  cardenal arzobispo de Sevilla en 1852 para  mediar en la disputa sobre una imagen de  Jesús Nazareno, que sería propiedad de la  cofradía al menos desde esa fecha.

Esta ermita de San Martín pasó a los religiosos  Mínimos en 1505, tomando posesión  en la fiesta de la Visitación, el 2 de julio  de 1506 2 e iniciándose sobre el mismo  terreno la construcción del convento de  la Victoria; que sería el cuarto de la orden  que se fundó en España.

Debajo del altar mayor del antiguo convento  había una pequeña capilla y en ella un  altar con una imagen del Glorioso Apóstol  San Pablo, pues fue en este lugar donde se  apareció el apóstol el 20 de febrero de 1436.

Es inevitable establecer una relación de la  cofradía con los Mínimos, con la zona de  Puerta Osuna (donde se ubicaba la antigua  ermita) y con la cercana Puerta Cerrá, lugar  elegido por estos frailes Mínimos para  fundar también un convento de monjas  victorianas de la Orden de San Francisco  de Paula promovido en 1508 por el provisor  Andrés de Medina 3.

1. Archivo General del Arzobispado de Sevilla. Justicia, Pleitos ordinarios, Hermandades, legajo 10003.
2. Hernández Díaz, José. «Écija Catálogo Arqueológico y Artístico». Pág. 131.
3. García León, G. Martín Ojeda, M. «Écija Artística. Colección Documental Siglos XVI y XVII». Pág. 167.

Fotografía: José Luis Gutiérrez

La iniciativa es frustrada por los Carmelitas Calzados en 1515 dada  la cercanía de su convento y el de monjas  carmelitas de Nuestra Señora de los Remedios  (fundado en 1450 4), donde finalmente  tendrá su sede la cofradía5 mientras se realizan  las obras en la iglesia de la Victoria.

Hay constancia de cofradías de flagelantes  que procesionaban con la Imagen de  Cristo Atado a la Columna desde 1519 6 y  existen reseñas a la Hermandad del Confalón  de 1530 7, junto a diversos contratos  y escrituras que nos hablan de ella en la  segunda mitad del siglo XVI 8, antes de la  fecha de sus reglas.

La cofradía se adaptó a las nuevas doctrinas  del Concilio de Trento (1545-1563), tal  y como se desprende de la aprobación de  sus reglas. Este hecho tuvo lugar el 12 de  diciembre de 1570, siendo provisor general  del arzobispado el Dr. Mesía de Lasarte  y tomando como advocación la Sagrada  Columna y Azotes de Nuestro Señor Jesucristo.  Al menos desde ese año, la hermandad  procesiona cada Jueves Santo con una  imagen de Cristo Atado a la Columna 9.

En 1574, tras pasar unos meses en el convento  del Carmen, se traslada definitivamente  a la Victoria 10, cuyas obras en la iglesia  ya están lo suficientemente avanzadas  como para albergar a la cofradía, que se  ubica en una de las capillas secundarias.  En 1583 se produjo una agregación de  cinco capítulos a la regla inicial. Se incluyen  las advocaciones de San Francisco de  Paula y Nuestra Señora de la Esperanza  y se ordena incorporar a la procesión del  Jueves Santo las imágenes de “un Christo  con la cruz a cuestas y un Ecce Homo y un  Christo crucificado, porque es el título de  la Sagrada Coluna y Pasçión de Jesschristo  y de la Santa Cruz de Jessusalén (sic) y de  nuestro padre san Francisco de Paula” 11.

Con posterioridad a esta fecha, no existe  mucha información escrita sobre la hermandad  a causa de las múltiples pérdidas  de documentación debidas a infortunios,  desastres naturales y acontecimientos  políticos. Es interesante indicar también  que la sede canónica de la Hermandad  del Confalón, el convento de la Victoria,  no dependía de la jurisdicción del arzobispado  hispalense, si no de la división de  la Orden Mínima, que en este caso pertenecía  a Granada.

El Archivo General de la Orden de los Mínimos  de la Delegación de España y el Archivo  General Central de Alcalá de Henares,  que aglutinaron casi toda la información  de los conventos tras las exclaustraciones  del siglo XIX, quedaron destruidos en sendos  incendios en 1909 y 1939 12

4. Martínez Carretero, Ismael. «El Carmelo y Los Hijos de los Profetas», en Decor Carmeli. Pág. 73.
5. García León, G. Martín Ojeda, M. «Écija Artística. Colección Documental Siglos XVI y XVII». Pág. 178.
6. Cristóbal Antón, Luis. «El trono del Santo Sepulcro». Pág. 7.
7. Freire, Ramón. «Ayer y hoy de las Hermandades y Cofradías Ecijanas». Pág. 69.
8. García León, G. Martín Ojeda, M. «Écija Artística. Colección Documental Siglos XVI y XVII». Pág. 178.
9. Regla de 1570. Archivo de la Hermandad.
10. García León, G. Martín Ojeda, M. «Écija Artística. Colección Documental Siglos XVI y XVII». Pág. 180.
11. Agregación de nuevos capítulos a la Regla de 1570. Archivo de la Hermandad. 1583.
12. Josep M. Prunés. «La Orden Mínima en España, desde su restauración hasta la Guerra Civil» en «Los Mínimos en Andalucía». Pág. 280.

Fotografía: José Luis Gutiérrez

Siglo XVII. Pleitos y precedencia.

A partir del siglo XVII son frecuentes los  conflictos entre las principales hermandades  por cuestiones de orden y precedencia  en sus desfiles procesionales. En ocasiones  las desavenencias desembocaron en  verdaderas reyertas entre disciplinantes armados. Así ocurrió en la Semana Santa  de 1622 cuando, según declaración de Lorenzo  de la Peña, notario de la vicaría de  Écija, “… la cofradía de la Columna que  sale del Conbento de la Vitoria tubo mui  grande pendencia y alboroto de cuchilladas  con la cofradía del Dulcísimo Nombre  de Jesús, saliendo de la iglesia mayor [de  Santa Cruz] …y si la justicia real de la dicha  ciudad y el vicario y este testigo no acudieran  muy aprisa a el remedio, suçedieran  mui grandes desgraçias…” 13

Este y otros hechos provocaron la reacción en  el Arzobispado de Sevilla que, mediante auto  fechado el 1 de abril de 1623, mandó reducir  las diez cofradías existentes a sólo siete, quitando  las de la Concepción, la Coronación de  Espinas y la del Ecce Homo y fijando el día y  la hora de salida para las siete restantes. Además,  relacionaba las hermandades por su orden  de antigüedad; siendo la del Confalón la  segunda, por detrás de la del Rosario 14 (que  posteriormente dejó de realizar estación de  penitencia en Semana Santa).

Aun así, los pleitos por cuestiones de precedencia  entre las cofradías ecijanas continuaron  produciéndose entre los siglos  XVII y XIX, destacando los que tuvo la Hermandad  del Confalón con la de la Sangre  en 1668 15 y con la de la Merced en 1841.

13. Expediente de reducción de cofradías de disciplina. Archivo de la Hdad. Ntra. Sra. del Rosario de Écija. 1623.
14. Freire, Ramón. «Diario Eclesiástico, Necrológico y Social en la Iglesia Mayor de Sta. Cruz (Écija 1623/1855)».
15. Archivo General del Arzobispado de Sevilla. Justicia, Pleitos ordinarios, Hermandades, legajo 132.

Fotografía: José Luis Gutiérrez

Dadas las continuas disputas entre la Cofradía  del Confalón y la de la Merced por  ver cuál era la más antigua, se llevó a cabo  un acto de conciliación el 15 de abril de  1841, emitiéndose un laudo arbitral el 21  de abril del mismo año que fijaba las fechas  de 1570 para la Hermandad del Confalón  y 1577 para la Hermandad de la Merced 16  17. Desde entonces se acepta por todas las  hermandades de Semana Santa de Écija a  la del Confalón como la más antigua.

Siglo XVIII. Confalón y tradición de  Labradores

Aunque desde la aprobación de sus reglas  conocemos que en la procesión del Jueves  Santo salían las imágenes de un Nazareno,  un Ecce Homo y un Crucificado, además  del Stmo. Cristo de la Sgda. Columna y  Azotes, no es hasta 1774 cuando se cita por  primera vez al Stmo. Cristo del Confalón  en algún documento conocido.

En 1774 el licenciado Lope Muniz y Franco  nos relata que, en su estación de penitencia  anual, la conocida como Cofradía de la  Columna procesionaba con “el Señor de la  Columna, Santísimo Cristo de Confalón y  Madre de Dios de la Esperanza” 18.

Hay, no obstante, constancia documental  de la salida cada Jueves Santo de una imagen  de San Francisco de Paula que, costeada  por la hermandad, fue objeto en 1788  de un convenio suscrito entre esta congregación  y el convento de la Victoria. La  hermandad cedió al convento la referida  imagen para que fuera transformada en la  del beato Gaspar Bono y como tal recibiera  culto; por su parte, los religiosos Mínimos  se comprometieron a prestar cada Jueves  Santo a la hermandad la imagen de San  Francisco de Paula, propia del convento y  venerada en la iglesia, a fin de que formara  parte del desfile procesional 19.

La tradición nos indica que esta hermandad  está íntimamente ligada a los trabajadores  del campo. Los cultos principales  consisten en el septenario de las Siete Palabras,  que concluye con la función llamada  de «los Labradores» para pedir  abundantes cosechas.   

16. Boletín de la Parroquia de Santiago de Écija. Febrero y Marzo de 1969.
17. Aguilar Jiménez, Miguel. «El laudo arbitral de 21 de abril de 1841».
18. Martín Jiménez, José.«Lo que fue nuestra Semana Santa antaño y es hogaño. Écija y su Semana Sta». Pág 8
19. Libro de Regla. Archivo de la Hermandad.

Fotografía: José Luis Gutiérrez

Son numerosos y se pierden en el tiempo los triduos y salidas en rogativas por lluvia del Stmo. Cristo del Confalón. Estos actos eran solicitados por un número determinado de hermanos mediante cabildos extraordinarios y estos  mismos hermanos se comprometían a costearlos.  También, «en el caso que su Divina  Majestad se eligiera socorrernos con su  Santo rocío», se celebraba una función de  acción de gracias y una vez terminada la  misma, se socorría a los pobres «dándole  a cada uno media hogaza de pan con el fin  de que todos reunidos diéramos gracias al  Todopoderoso puesto que nos había mirado  con misericordia» 20.

Etimología y leyenda del Confalón

La palabra «confalón» significa pendón,  estandarte o bandera larga; está compuesto  de dos puntas o de varias serpentinas  y suspendido por un travesaño. Fue  utilizado inicialmente por las comunidades  y cofradías medievales italianas. Los  encuentros de estos grupos en Florencia,  originalmente llamados «gonfaloni», cedieron  finalmente su nombre a este tipo  de banderas o estandartes.

Puede ser diseñado con un dibujo vistoso,  o como escudo de armas para guiar a las  tropas. Aunque la conquista de Écija por  parte de Fernando III tuvo lugar en 1240,  la zona de la sierra sur-este de Sevilla fue  zona fronteriza con los musulmanes hasta  el siglo XV y no era extraña la presencia  de astigitanos en estos enfrentamientos,  como en la toma de Málaga en 1487, donde  además se encontraban los padres Mínimos.  En 1571, en la lucha contra el Imperio  Otomano, los combatientes de la Liga  Santa también utilizaban estos confalones.

Pero igualmente el confalón ha sido usado  en ceremonias eclesiásticas y procesiones.  El «umbráculo» (ombrellino), un símbolo  papal, también es llamado «confalón» debido  a que suele representarse sobre uno.

Los confalones tuvieron gran importancia  como objetos religiosos cristianos en Europa  durante la Edad Media. Se pintaban  con témpera u óleo, a veces por las dos  caras. Las imágenes elegidas eran las de  los santos patrones de las ciudades, villas,  hermandades o gremios, la Virgen con el  Niño, Jesucristo, etc.

Estos estandartes de las cofradías solían  mostrarse en la capilla de la hermandad o  guardarse hasta que se necesitaban para su  uso principal, las procesiones religiosas.  Durante estas procesiones, el estandarte  era portado sobre su asta por un miembro  destacado de la cofradía. El Stmo. Cristo del Confalón alude, por  tanto, a la representación de un crucificado  en uno de estos estandartes que, por  su parecido, terminó dando nombre a la  talla o viceversa.

20. Libro de actas, cabildos de 1/05/1857 y 16/04/1863. Archivo de la Hermandad.
Fotografía: José Luis Gutiérrez

Siglo XIX. Indulgencias, Marquesado de  Peñaflor y devoción al Confalón

Según la tradición oral, la Sagrada Imagen  del Santísimo Cristo del Confalón fue encontrada  en el centenario pozo existente en la  finca «Los Mutimentos», la cual se encuentra  a unos 15 kilómetros de Écija, en la margen  izquierda de la carretera de El Rubio.

Es necesario recordar que desde su  fundación, esta hermandad es conocida  como «Cofradía de la Columna» y la  devoción por el Stmo. Cristo del Confalón  tuvo un incremento exponencial en  el primer tercio del siglo XIX, cobrando  tanta importancia que modifica el nombre  popular de la hermandad. Este es  uno de los motivos por el cual se suele  situar en este periodo el hallazgo de la  imagen, sobre todo teniendo en cuenta  la inestabilidad política de la época.

Las tropas francesas entraron en Écija el  27 de enero de 1810, llevándose a cabo  exclaustraciones en conventos, apropiaciones  y múltiples daños patrimoniales,  además del robo de un gran número de  objetos de valor. No resulta extraño pensar  que el Santísimo Cristo del Confalón fuese  escondido por alguna hermandad o particular  de la zona, o incluso por la propia  Hermandad del Confalón.

Las medidas desamortizadoras provocaron  la exclaustración de los religiosos  Mínimos y el cierre del convento en 1835;  no obstante, la existencia de la hermandad  contribuyó al mantenimiento del  templo de la Victoria que quedó al frente  de un capellán 21. A partir de entonces, la  hermandad mantuvo su actividad y prestigio  dentro de la Semana Santa ecijana,  obteniendo dos Breves Pontificios de  Gregorio XVI (1845) y Pío IX (1847), que  premiaban con induIgencias a los fieles  que visitaran la iglesia de la Victoria el  Jueves y Viernes Santo 22.

En 1895, por mediación de Fernando Pérez  de Barradas, marqués de Peñaflor y  hermano mayor de la hermandad, la reina  regente aceptó el nombramiento de hermano  mayor honorario para S.M. el rey Alfonso  XIII, consiguiendo así la hermandad  el título de «Real» 23 24. Este acontecimiento  fue determinante para que el citado marqués  regalara a la cofradía un estandarte  de terciopelo rojo, bordado en oro, con el  título de «Real Hermandad».

El 14 de marzo de 1898, la marquesa de Peñaflor,  bordó en oro y piedras preciosas y  donó el sudario que, en años impares, lleva  el Santísimo Cristo del Confalón. Cuatro  años después, el marqués de Peñaflor  donó la magnífica cruz de taracea realizada  en madera noble con incrustaciones de  marfil, nácar y carey en la que se encuentra  hoy en día la Sagrada Imagen.

Siglos XX y XXI. La Tradición, el “Estilo  Ecijano” y el Huerto del Moral

Derribado el templo de Nuestra Señora  de la Victoria en 1965, la Hermandad del  Confalón se trasladó a la vecina iglesia de  Santiago, hermanándose con la del Stmo.  Cristo de la Expiración en 1973. El convento  fue reconstruido años después imitando  parte de su estructura.

21. Archivo General del Arzobispado de Sevilla. Justicia, Pleitos ordinarios, Hermandades, legajo 220.
22. Bulas y Breves. Archivo de la Hermandad.
23. Archivo del Marqués de Peñaflor. Legajo 159.
24. Libro de actas, cabildo de 8/04/1895. Archivo de la Hermandad.

Fotografía: José Luis Gutiérrez

Conservados  algunos de sus retablos, sólo se mantuvo  en pie la torre barroca del siglo XVIII y  el panteón de los marqueses de Peñaflor,  antiguos patronos del convento de Mínimos.  La hermandad volvió a la que era su  sede en 1974.

Durante esta etapa se experimenta un  nuevo crecimiento en el seno de la cofradía.  La influencia sevillana de los costaleros  en la Semana Santa de Écija es un  hecho desde mitad del siglo XX y la hermandad  adquiere en 1979 el paso del Señor  de la Salud de la Hermandad de los  Gitanos de Sevilla para el Stmo. Cristo de  la Sagrada Columna y Azotes, creando  también la primera cuadrilla de hermanos  costaleros de Écija. Dos años después  hace lo propio con la cuadrilla de Ntra.  Sra. de la Esperanza. Se realiza el actual  paso de palio y un nuevo conjunto de figuras  secundarias para el misterio.

Sin embargo, se consigue mantener la tradición  barroca ecijana en todo lo que rodea  al paso del Stmo. Cristo del Confalón.  Durante siglos, el patrimonio autóctono de  Écija moldeó su propio universo conceptual  y generó un estilo propio, con peanas  como tronos de reyes portadas a hombros  por hermanos, azucenas por clavos, doseles,  cruces de taracea como lugar de la manifestación  divina, medias lunas para las  Dolorosas, ráfagas o las potencias con la  flor de lis real con las que Écija agradeció a  Felipe IV el privilegio concepcionista.

Este «estilo ecijano» fue desapareciendo  poco a poco en las hermandades astigitanas,  pero aún puede observarse parcialmente  en los pasos de Ntra. Sra. de la  Soledad de la Hermandad del Santo Entierro,  Ntra. Sra. de los Dolores de la Hermandad  de Santiago o, en toda su plenitud  y conservando todos sus elementos,  en el del Stmo. Cristo del Confalón, incluso  se mantiene la denominación original  de los cargos de la cofradía (albacea, depositario,  hermano martillo, etc).

Guarda también un libro de actas de principios  del siglo XX con todos los nombres  y aportaciones de los privilegiados «hermanos  de paso» de la pasada centuria,  esto es, los hermanos destinados a portar  a hombros las peanas de sus titulares.La  hermandad del Confalón posee la guarda y  custodia del Moral de la Victoria que, desde  la «tradición confirmada», fue tomando  en Écija poco a poco un cariz romántico  y milagroso; y renueva el empeño astigitano  por mantener a toda costa un árbol  que tras más de 500 años, después de haber  sido talado y dado por muerto varias  veces, sigue dando hojas verdes cada año,  asociándose a la Fe de Écija.

Actualmente, establecida en Ia iglesia del  antiguo convento de la Victoria, celebra  sus cultos, cabildos y elecciones según establecen  sus reglas vigentes, aprobadas el  día 2 de mayo de 1997 por el arzobispado  de Sevilla. Los cultos actuales consisten  en el «septenario de las Siete Palabras»  que concluye con la mencionada «Función  Principal de Labradores» para pedir  abundantes cosechas, misa oficiada todos  los viernes del año ante las Sagradas Imágenes  y triduos del Stmo. Cristo de la Sagrada  Columna y Azotes el Miércoles de  Ceniza y de Nuestra Señora de la Esperanza  el 18 de diciembre.

La estación de penitencia continúa efectuándose  el Jueves Santo a las 7,30 de la  tarde, sus nazarenos visten túnicas blancas  de capa, al igual que el antifaz, y llevan  fajín de terciopelo con el escudo de la  hermandad bordado; terciopelo rojo los  del tramos del paso de misterio, negro los  hermanos de paso y nazarenos del Crucificado  y verde los nazarenos de los tramos  del paso de palio.

Fotografía: José Luis Gutiérrez

HIMNO A LA ESPERANZA


Tú nos llamas ¡oh dulce Esperanza!

Y tu barrio responde a tu voz,

Y tu luz ilumina el sendero

Que conduce a los brazos de Dios.

Por las rutas del mar que es la vida

Tú nos haces sentir la ilusión,

De alcanzar la morada Divina

pues tu mano gobierna el timón.

Cuando el Hijo de Dios expiraba

En la Cruz que le hizo caer,

Un hermoso destino te daba:

¡Esperanza del Hombre has de ser!

La Victoria es un faro que alcanza

Los confines de la cristiandad,

¡Esperanza! ¡Esperanza! ¡Esperanza!

Todo el orbe será tu hermandad.

Letra: D. Miguel Aguilar Jiménez
Música: D. Juan Velázquez Sánchez