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Hermandad de San Gil

HERMANDAD SACRAMENTAL Y REAL ARCHICOFRADÍA DE NAZARENOS DE LA CORONACIÓN DE ESPINAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO, SEÑOR SAN MARCOS, SEÑOR SAN ROQUE, SANTÍSIMO CRISTO DE LA SALUD, NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES, SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS Y SAN JUAN DE DIOS

Sede Canónica  Iglesia de San Gil Abad

Hermano Mayor  D. Luis José Navarro Rodríguez

Año de fundacion  1536

Número de Hermanos  3378

Túnica del cuerpo de Nazarenos  Túnica del cuerpo de Nazarenos  “Túnica morada, con capa blanca y vueltas moradas, para los pasos de la Coronación de Espinas y Cristo de la Salud, y túnica blanca, con capa blanca y vueltas celestes, para el paso de María Santísima de los Dolores. El antifaz y el cinturón serán morados y
celestes respectivamente, bordados con el escudo de la hermandad en antifaz y capa. Para los hermanos de cruces, no será exigible la cartonera del antifaz. Guantes negros para los pasos de la Coronación de Espinas y el Cristo de la Salud y blancos para los penitentes de la Virgen de los Dolores. Calzado negro, de discreto y no deportivo.

Su paso procesional calza  45 paso de la Coronación, 35 paso del Cristo y 35 paso de la Virgen

Día salida procesional  Miércoles Santo

Fotografía: Javier Riego.
CORONACIÓN DE ESPINAS DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO
 

La imagen del Ecce Homo, cedida por el párroco Pedro José Márquez y Aranda, la encontramos atestiguada en la parroquia, al menos desde 1772, al hilo de unas reparaciones que había concluido Alonso de Rojas, maestro dorador.

Para acompañar a Cristo en el Misterio de la Coronación de Espinas en los años 1861- 1862 se habían encargado dos romanos al maestro Antonio María de Alba. Estos dos romanos que flanqueaban a Cristo eran los que le otorgaban sus atribuciones, mientras uno lo tocaba con la corona de espinas, el otro le entregaba el cetro de caña.

En 1993 fue restaurado por el escultor Rafael Amadeo Rojas Álvarez. La Imagen se presentaba como un torso de Cristo a tamaño natural, tallado en madera de pino policromada al óleo, al que se le había añadido una clámide, los pies y el pedestal sobre el que se sentaba. En la reconstrucción se usará la madera de cedro. Al quitarle todos estos aditamentos, tuvieron que ser tallados de nuevo la espalda y el brazo izquierdo, de la misma manera que se le dispusieron unas nuevas piernas, el paño de pureza y una corona de espinas.

Otros símbolos que se han cambiado han sido la caña que porta a manera de cetro y el cíngulo o cordón, que lo reduce a la condición de preso. Al no tener tallada la corona de espinas, le ha permitido en diversas ocasiones sobreponerle otras de diferentes características.

PASO DE LA CORONACIÓN DE ESPINAS

En 1990 se realizaron las gestiones necesarias para adquirir un nuevo paso para la imagen de la Coronación de Espinas de Nuestro Señor, del tallista sevillano Antonio Díaz Fernández. Se propuso un nuevo paso tallado y dorado. El dorado de los canastos y respiraderos quedarían salpicados por notas de policromía y aplicaciones de orfebrería. El nuevo paso de la Coronación sería estrenado sin terminar en la Semana Santa de 1991.

En este proyecto se incluirán cuatro evangelistas en las esquinas, que provenían del paso del Santísimo Cristo de la Salud realizadas por el imaginero Antonio Castillo Lastrucci. Fueron adquiridas a la hermandad de Nuestro Padre Jesús de las Penas de la iglesia de San Vicente Mártir de Sevilla de 1967. Iconográficamente, en el paso van a conformar el tetramorfos de la tradición medieval, representados aquí como escritores que portan su atributo.

En 1994 sería encargado a Rafael Amadeo Rojas un llamador alusivo al símbolo parlante de San Marcos, haciendo honor al primer Titular de la cofradía.

Una vez terminada la talla del paso, ahora se detendrían en la decoración, para ello, a parte de los seis candelabros que jalonan el conjunto, se proyectaron diversas cartelas para la canastilla que, a manera de pequeño itinerario catequético, sirviesen de reflexión sobre la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.

El Misterio que hoy podemos disfrutar, se fue configurando paulatinamente según las propuestas de Amadeo Rojas. Tras la restauración de la figura de Jesús, los dos personajes que flanquean la imagen de Cristo fueron los primeros en ser encargados en 1995. A renglón seguido lo hicieron con el oficial romano y Poncio Pilato y, por último, fue encargada la figura del sanedrita.

En el año 2019 procesionarían por vez primera, la imagen de Claudia Prócula situada junto a Poncio Pilatos en la parte trasera del Misterio, siendo esculpida por el escultor Sergio Saldaña Jiménez.

Se incluyeron también en la escena existente hasta el momento en el paso de Misterio, dos columnas que enmarcaran a Pilatos y un sillón para el mismo cuya ejecución ha sido obra de Clemente Gómez Muñoz, maestro carpintero.

 

Fotografía: Javier Riego
SANTÍSIMO CRISTO DE LA SALUD
 

Cuando estamos ante el Cristo de la Salud observamos una escultura de bulto redondo de gran tamaño en madera tallada y policromada que representa a un hombre muerto en el patíbulo de la cruz, en el preciso instante de morir.

Estudiando la obra de arte en su contexto, también vemos que el Cristo de San Gil formaba parte de una deesis con un San Juan Evangelista y una Virgen Dolorosa que presidía el arco toral de la antigua iglesia mudéjar, antes de su traslado a la capilla sacramental en 1614.

Proco a poco, más encarecidamente en el siglo XVIII, fueron aplicando a la imagen objetos preciosos que buscaban potenciar su halo de divinidad. Esto se lo proporcionaban principalmente las tres potencias de plata sobredorada, de original diseño. En otro momento se le ha llegado a tocar con una corona de espinas en plata sobredorada, superpuesta a la tallada. De la misma manera comenzó a llevar en procesión unas azucenas en plata, que decoraban las cabezas de los clavos, alusivas a la pureza de Cristo. Además, se le aplicarán tres clavos de plata sobredorada o en oro, según sea el caso, que lo sustentarán a la cruz. El Cristo se iba revistiendo de ofrendas y dádivas porque se le llegó a añadir el sudario superpuesto a pesar de tener el suyo de talla y dosel en el siglo XVIII.

En 1985 fue intervenido por Álvarez Duarte, donde se observó que el Cristo había sido restaurado en dos ocasiones en los últimos cincuenta años, es decir, a partir de 1930-1940.

Finalmente, la imagen del Cristo de la Salud fue restaurada en el año 2017 por Carmen Bahíma Díaz, quien pudo observar como la imagen había sufrido un oscurecimiento importante durante los últimos años. La realización de un TAC determinó que la imagen estaba realizada en un bloque, tallada directamente del tronco, siendo los brazos acoplados mediante un ensamble. Se recuperó un sudario estofado realmente maravilloso y que el paso del tiempo y las actuaciones poco afortunadas no habían hecho justicia.

La nueva cruz se adosó a Cristo a finales del mes de julio de 2002. Solo quedaban por incorporarle las cartelas para que siguiese el diseño de la antigua. La cruz anterior mostraba la narración del hallazgo de la Vera-Cruz, ahora la temática elegida sería diferente, se circunscribiría a los Misterios Dolores de la Pasión de Nuestro Señor Jesucristo.

PASO SANTÍSIMO CRISTO DE LA SALUD

Aunque no estaba finalizado del todo, en la Semana Santa de 1968 el Cristo de la Salud saldría en procesión con un nuevo paso. Realizada su talla en madera de caoba, consta de respiraderos y canastilla, jalonada con apliques de plata. La caoba y la plata les resultaron muy apropiadas para la imagen de Cristo Crucificado, porque le proporcionaban nobleza y severidad. Sus cuatro flancos se remataban con cuatro hachones tallados en madera. Al completo, se inauguró en el desfile procesional de 1969. Restaban detalles finales como cartelas o algunos apliques de plata, que cerraban el discurso iconográfico del paso. Estas terminaciones en plata fueron realizadas por el orfebre cordobés Francisco Díaz Roncero. Los temas seleccionados se referían principalmente a contenidos relacionados con la hermandad y con la ciudad de Écija.

Ahora se encargará para el paso de Cristo un nuevo programa que cubrirán los Santos Padres de la Iglesia occidental, San Gregorio, San Agustín, San Jerónimo y San Ambrosio. Se efectuarán unos altos relieves en plata diseñados por Rafael Amadeo Rojas y llevados a cabo en las labores de orfebrería en los talleres de Manuel de los Ríos de Sevilla.

El colofón al paso de Cristo se pondría con el llamador elaborado por Sergio Saldaña Jiménez. El tema elegido San Miguel Arcángel luchando contra el mal, representado mediante un dragón sobre cuya cola se alza un ángel portante de la custodia con el Santísimo Sacramento.

 

Fotografía: Antonio Pavón

VIRGEN DE LOS DOLORES

La Virgen de los Dolores de San Gil se representa como una imagen exenta de tamaño natural, en ella están talladas y policromadas a la perfección las zonas vistas, como la cabeza y las manos y abocetado tanto el torso como los brazos. Su rostro ovalado con una prominente barbilla redondeada posee un hoyuelo muy marcado. De cabellera natural, pestañas y ojos de cristal con forma almendrada, nos muestra su mirada de dolor con cinco lágrimas también de cristal, que quedan insertas en la talla. La mirada extática hacia el cielo nos revela un entrecejo fruncido que marca aún más el surco nasal y la boca. Las orejas son talladas igualmente. Tiene la frente ancha y la nariz es recta.

Con todo ello, claramente responde a los signos artísticos que caracterizan a la escuela sevillana de Pedro Roldán y bien pudo ser ejecutada por Montes de Oca, aunque no se sepa con certeza la autoría de la talla. Se le dispone a la figura de una luna bajo sus pies y una corona sobre la cabeza con doce estrellas. Después en el siglo XIX se efectuó una media luna de plata de original diseño y gran calidad, que ha exhibido en cada salida procesional, al igual que el manto realizado en el taller de las Hermanas Antúnez.

Continuando con los atributos marianos, lleva una corona de plata correspondiente al estilo rococó, con decoración de rocalla, fechable en los primeros años del siglo XIX. Con lo que otro de los atributos esenciales en esta época va a ser el corazón y el puñal sobre el pecho de la Virgen.

Muchos son los galardones que ostenta la Virgen de los Dolores entre sus alhajas principales como la Gran Cruz de la Orden de San Raimundo de Peñafort de Antonio J. Rueda Roldán, que es donada por sus herederos a la Virgen de los Dolores en el año 1965; o la cruz del Mérito Naval de cuarta clase, donada en 1985 por Francisco Carrasco Castello; o también entre ellos, el más reciente, el fajín de mando del General del Cuerpo de la Guardia Civil, cedido en 2006 por el general José Piriz González.

En el transcurso de su historia Nuestra Señora de los Dolores ha precisado de diversas restauraciones. La primera de la que se tiene noticia fue en el año 1852. Ninguna noticia más hasta 1985, cuando se restauró por Luis Álvarez Duarte.

La segunda restauración data del año 2013 cuando la hermandad decidió que fuese realizada por Sergio Saldaña Jiménez, quien se basó de manera especial en la sustitución del candelero, brazos y peana, en la eliminación de elementos metálicos, en la consolidación de ensambles estructurales y tratamiento de limpieza general de la policromía.

PASO DE NUESTRA SEÑORA DE LOS DOLORES

Desde 1944 ya saldrá en estación de penitencia Nuestra Señora de los Dolores bajo palio, pero el paso tal y como lo conocemos hoy se ha ido configurando de forma paulatina.

En 1953 se ordenó que se dorasen los respiraderos, al igual que se propuso el bordado del palio rojo, para que en la Semana Santa de 1956 pudiese estrenar un nuevo paso. A continuación, se puso cuidado en otros componentes del palio. Como los varales, que tenían que ser plateados.

En 1963 se encargó a los talleres de orfebrería Villareal de Sevilla 20 faroles. A partir de 1969 se inicia la configuración de un nuevo paso con las primeras piezas realizadas en los talleres de Juan Fernández Barranco de Sevilla, a los candelabros de cola, le siguen los varales y el llamador en 1971.

La nueva candelería estaría compuesta por 84 piezas, dos candelabros de cola de metal plateado, con tres brazos y once luces cada uno, junto a 14 tulipas y se estrenaría en 1973, junto a la diadema de la Virgen de los Dolores. Se adornó el paso por un juego de 18 ánforas de alpaca plateada ejecutado por los talleres de Hijos de Juan Fernández Barranco de Sevilla.

Ya en el siglo XXI se realizarán varios cambios significativos en la composición del paso. En 2008 se realizaría por D. Sergio Saldaña el nuevo llamador, el cual representa el corazón doloroso de Nuestra Señora custodiado por los Ángeles. En 2009 se termina el encargo realizado a los talleres de D. Jesús Rosado de un nuevo palio y más tarde la restauración del manto de salida.

Fotografía: Archivo de la Hermandad.

 

SAN MARCOS
 

La imagen de San Marcos, del siglo XVI, es tratada como una escultura de bulto. Se representa de pie en actitud teatral, baja la cabeza ligeramente hacia la Sagrada Escritura, acentuando el contraposto, una leve torsión de cadera y adelanta el pie izquierdo. Aparece ataviado como los apóstoles, con larga túnica de color verde y manto rojo, utilizando la técnica del estofado y dorado. El nimbo o aureola le aporta un halo de santidad.

Se le venera en la actualidad en la capilla sacramental en un lugar preferente, en el muro izquierdo de la nave. El Titular de la hermandad se expone en un retablo de madera decorado con rocallas y pinjantes, correspondiente al tercer cuarto del siglo XVIII.

Fotografía: Archivo de la Hermandad.

 

SAN ROQUE
 

La imagen a la que se sigue dando culto como Titular, es una escultura de madera policromada que se puede fechar en el último tercio del silgo XVI.

Según las hagiografías tradicionales, San Roque cayó enfermo a causa de una saeta que se le clavó en su pierna izquierda. Todo ello explica que se levante la túnica para mostrar la llaga en la pierna. Su mano derecha señala claramente esta herida. Y contemplan sus atributos personales la concha, bordón, calabaza, rosario o salterio, propios del peregrino.

A San Roque se le venera en la actualidad en la capilla sacramental en un lugar preferente, el Titular de la hermandad se expone en un retablo de madera decorado con rocallas y pinjantes como elementos más característicos, del tercer cuarto del siglo XVIII situado en el muro derecho de la nave.

Fotografía: Archivo de la Hermandad.

 

SAGRADO CORAZÓN DE JESÚS
 

Se incorpora a las Reglas del año 2006 la imagen del Sagrado Corazón de Jesús. Se encuentra en el arcosolio de la derecha de la capilla sacramental sobre una pequeña peana. La Imagen a la que hoy se da culto es una escultura de bulto redondo, que corresponde al primer cuarto del siglo XX. Tiene la leyenda en su pie: Ecce Agnus Dei y una representación de la Eucaristía en sus vestiduras, mediante el cáliz y el pan eucarístico. Se encuentra en la capilla desde el día 10 de junio de 1928, aunque cuando se inscribe en la parroquia en el Inventario de Bienes de 1962 se decía de ella que no tenía altar. Fue restaurada en el año 2004, cuando se intervino en todo el conjunto de este espacio.

Fotografía: Archivo de la Hermandad.

SAN JUAN DE DIOS
 

Su incorporación como Titular de hecho se lleva a cabo en las nuevas Reglas del año 2006, dándole culto público a partir de las mismas. Para ello se adquirió una imagen de menores dimensiones y se dispuso a la entrada de la capilla con un pequeño pedestal, en el arcosolio de la izquierda. La escultura es una talla proveniente de las industrias de Olot, realizada en pasta de madera y decorada a mano con pintura al óleo. Se representa a San Juan de Dios joven y sin barba portando a un enfermo entre sus brazos, recordemos que fue fundador de la Orden Hospitalaria.

 

SANTÍSIMO SACRAMENTO
 

El culto a Jesús Sacramentado, a través de la Sagrada Eucaristía se realiza en nuestra Hermandad en el siglo XXI, dando sentido y profundidad a nuestra razón de ser cristianos. Es más, la Eucaristía es la fuente, el alimento que nos sustenta en nuestro peregrinar terreno.

Es por este motivo que el Santísimo Sacramento no es sino el principal Titular de nuestra Hermandad, siendo eje vertebrador de los demás actos de culto que realizamos. Es Dios, Jesús mismo, quien se hace presente en su Divina Majestad.

Reseña Histórica

El más remoto antecedente de esta Real Archicofradía fue la Hermandad Hospitalaria de San Marcos, fundada en el siglo XV en la collación de San Gil, en la calle que aún conserva su nombre. Esta primitiva corporación permaneció hasta finales del siglo XVI, concretamente hasta 1570.

Pocos años después, el clérigo de la Iglesia de San Gil, Don Cristóbal Merino, reagrupa a los antiguos cofrades de San Marcos, formando una nueva Hermandad con el título de Cofradía de la Coronación de Espinas de Nuestro Señor Jesucristo y San Marcos, presentando las Reglas ante la autoridad eclesiástica, que fueron confirmadas el 25 de septiembre de 1581 por Don Alonso Fajardo de Villalobos.

Los primeros años de la fundación de la Hermandad fueron muy duros debido a las grandes pestilencias que asolaban la ciudad, deseosos sus cofrades de buscar la protección divina, decidieron acogerse al patronazgo de San Roque, agregando en las Reglas nuevos capítulos que estipulan su culto.

Deseosa la Hermandad de poseer un lugar donde realizar sus Cultos en la Iglesia de San Gil, consigue del clero de la Parroquia la cesión de la antigua Capilla de San Antonio, por escritura ante el escribano Fernando de Silva en 1589. Pocos años después, en 1594, se convino con el clero parroquial que la Capilla de la Hermandad tuviera el uso de Capilla Sacramental de la Parroquia, uso que mantiene en la actualidad.

La devoción al Santísimo Cristo de San Gil se fue propagando por toda Écija y su comarca, siendo ya tradicional desde esta época acudir a venerarlo los viernes a su Capilla. En esta primitiva Capilla recibían culto junto a la imagen del Santísimo Cristo, la imagen de Nuestra Señora de los Dolores y San Roque, quedando San Marcos y el señor de la Coronación de Espinas sin un lugar adecuado para su culto, permaneciendo guardadas en un almacén. Por ello se decide adquirir en 1723, una casa en la calle de Don Rodrigo de Rojas, que unida a un granero propiedad de la parroquia, permitiera labrar nueva Capilla, donde pudieran tener altar todos los Titulares devotos del santo Cristo. El camarín se hizo a continuación estando finalizado en el año 1777.

En 1853 se realiza un nuevo Señor de la Coronación, encargándose al escultor sevillano de origen italiano Don Santiago Blaglieto. La nueva imagen no gozó de la debida aceptación, por lo que fue sustituida en 1862 por un Santo Ecce Homo que se encontraba en la Iglesia de San Gil, al que le hicieron nuevas piernas y figuras de los soldados romanos, realizado todo ello por Don Antonio Alba. Bajo el patrocinio de D. Victoriano Aparicio se realizó en 1887 para el paso de Nuestra Señora de los Dolores, un magnífico manto bordado en Sevilla por Doña Ana Antúnez.

En 1993 Don Rafael Amadeo Rojas remodela, reconstruye y restaura la imagen del Santísimo Cristo de la Coronación de Espinas, tal y como se conserva en la actualidad, tallándose la espalda y brazo izquierdo, así como disponiéndole de unas nuevas piernas, el paño de pureza y una corona de espinas.

En torno al año 2009 se estrenó el nuevo techo de palio del paso de Nuestra Señora de los Dolores, obra realizada por el bordador ecijano Jesús Rosado.

En 2011, tras la nueva aprobación de las Reglas se confirma el carácter sacramental de esta Corporación, pues el hecho de haber tenido su sede canónica desde los inicios en la capilla del Sagrario ha influido este marcado carácter en relación al Santísimo Sacramento de la Eucaristía en la Hermandad.

También en 2011, se procede a la bendición e inauguración de la nueva Casa-Museo que permitirá una exposición permanente de los enseres de la Hermandad.

La imagen de nuestra Señora de los Dolores será restaurada por Don Sergio Saldaña Jiménez en el año 2013 basándose especialmente en la sustitución del candelero, brazos y peana, en la eliminación de elementos metálicos, en la colocación de ensambles estructurales y tratamiento general de la policromía.

En el año 2017 también será restaurado el Santísimo Cristo de la Salud por Doña Carmen Bahima Díaz, recuperándose el paño de pureza y policromía original, reparando multitud de grietas, comprometiendo algunos de ellas la estructura y relleno de huecos dejados en diversas partes del cuerpo por acción de los xilófagos.

La sede canónica se encuentra en la Iglesia de San Gil situada en el alcázar de la mariana ciudad de Écija.

Desde 1994 hasta 2001 se efectuaron determinadas obras en la misma, los arreglos oportunos en la puerta de acceso al templo que da a la barrera, la llamada puerta del Sol. Esta entrada lateral de la iglesia de la nave de la epístola se mantuvo durante mucho tiempo cerrada al uso, debido al mal estado de conservación. Las obras en esta puerta tenían como finalidad el cambio en la salida procesional de la cofradía.

Actualmente las imágenes descansan en la capilla sacramental que esta Hermandad posee dentro de la Iglesia de San Gil.

Reseña histórica realizada por Miguel Baena Pérez