
Hermandad de la Yedra
ILUSTRE Y FERVOROSA HERMANDAD DEL SANTÍSIMO CRISTO DE LA YEDRA, NUESTRA SEÑORA DE LA CARIDAD, SAN JOAQUÍN Y SANTA ANA.
Sede Canónica Iglesia de Santa Ana
Hermano Mayor D. Antonio Carlos García Martín
Año de fundacion 1959
Número de Hermanos 721
Túnica del cuerpo de Nazarenos Túnica de color verde. Capa de color blanco, capillo de color verde con escudo en la parte delantera baja. Cíngulo, fabricado de esparto, anudado a la zquierda con 3 nudos en uno de sus cabos, representando las 3 negaciones de Pedro. Capirote de 65 cms. de altura. Quedaran exentos del uso del capirote los hnos. Que porten huchas, los que vayan acompañando a nuestros titulares en las maguites de los pasos y los que porten cruces penitenciales. Calzado y guantes de color negro.
Su paso procesional calza 29 paso del Señor y 30 paso de la Virgen
Día salida procesional Lunes Santo

ICONOGRAFÍA DE LAS IMÁGENES TITULARES DE LA HERMANDAD.
La imagen del Santísimo Cristo de la Yedra, data del Siglo XVII y se atribuye a la Escuela de Martínez Montañés hacia el año 1630, aunque recientes estudios sugieren una atribución al escultor granadino Alonso de Mena. La composición formal del Cristo de la Yedra está impregnada de clasicismo, captando con el mayor verismo posible la representación del “Cristo muerto”, taladrado por tres clavos e inscrito, por consiguiente, en triángulo. El sufrimiento no es sólo físico sino también moral. La cabeza del redentor es un acierto de composición y expresividad, logrando una conjunción armoniosa entre los rasgos realistas del estudio anatómico, y la serenidad que dulcifica la cruel realidad. El paño de pureza (cordífero y con moñas laterales) y la corona de espinas, tallada en el mismo bloque craneano, responden al gusto mesino. Al montar el pie derecho sobre el izquierdo, se produce un ritmo curvo de las piernas. En sus orígenes, la corona de espinas estaba en color verde, confirmando el simbolismo de su advocación. Fue restaurada en 1.960 por el escultor Francisco Buiza, asesorado por profesores de Bellas Artes. En el momento de la edición de este libro la Sagrada Imagen se encuentra recibiendo trabajos de restauración y mantenimiento en los talleres de D. Agustín Martin de Soto y D. Antonio Gamero Osuna.
Respecto a esta imagen hemos de señalar que, por documentos custodiados en los Archivos Municipales, conocemos la existencia de una Hermandad, datada en el siglo XVII, que llevaba el nombre “Del Santo Ángel” y que tenía a este Cristo como Titular. Al mismo, existen recibos fechados a lo largo del siglo XIX, del pago de cuotas para el Culto del “Santísimo Cristo de la Yedra”.
Por todo ello, deducimos que el culto a nuestra Imagen Titular es antiguo y debió permanecer en el tiempo hasta avanzado el siglo XIX.
En 1.993, y debido a unas grietas que habían aparecido en la Talla, se procedió a la restauración de la misma. Trabajo que realizó el artista Ecijano Don Rafael Amadeo Rojas en la misma sacristía de la Iglesia, habiendo sido previamente acondicionada para ello.

Al mismo escultor de la restauración del Cristo, Francisco Buiza, se le encargó la realización de imagen, de candelero para vestir, de la Santísima Virgen, bajo la advocación de Nuestra Señora de la Caridad. Dolorosa de estilo sevillano, dibujada y modelada con habilidad y certeza, presentando el óvalo del rostro muy afilado, el entrecejo levemente fruncido, grandes y llorosos ojos, nariz rotunda y clásica y labios carnosos entreabiertos.
Por sus tersas mejillas se deslizan las lágrimas cristalinas, y unas largas pestañas, de pelo natural, matizan su ensimismado mirar. El cuello, bien anatomizado, se inclina dulcemente hacia la derecha.
La policromía, de ricos matices refuerza la expresión plástica de la mascarilla. Sus manos abiertas, al gusto sevillano, rivalizan en expresividad con el rostro en ellas exhibe un pañuelo y el rosario. Y sobre el pecho, como es habitual, en el atuendo de las dolorosas nos encontramos un áureo puñal que traspasa su corazón materno. Se trata de una clara alusión a los siete dolores que fueron taladrando su alma en la profecía del Santo Simeón en la huida a Egipto, en la pérdida de Jesús en el Templo, en la Calle de la Amargura, en la Crucifixión, en el descendimiento y en la sepultura de Cristo. Esta nueva imagen fue bendecida por el Director Espiritual de la Hermandad, en la Iglesia de Santa Ana, un acto que culminó con solemne besamanos y el canto de la Salve.
En el año 2003 y a consecuencia de una grieta aparecida en el cuello, la Sagrada Imagen se sometió a una restauración de esa y otras zonas que presentaban problemas de consideración. Esta restauración fue llevada a cabo por el reconocido artista ecijano Rafael Amadeo Rojas.
Reseña Histórica
La Iglesia donde reside la Hermandad de la Yedra, originariamente fue una Ermita dedicada a Santa Ana, de cuya conservación según los datos archivísticos comprobados cuidaba el propio Cabildo Municipal en el año de 1.570. Y en la que, según está documentado, descansó e hizo posada Santa Teresa de Jesús el día 24 de mayo de 1575.
El día 29 de agosto de 1.605 el Padre Guardián del Convento de San Francisco, solicitó del Consejo autorización para que los Padres Terceros pudieran establecerse en la Ermita, a cuyo efecto habían pactado con Don Rodrigo de Roja, Patrono de dicha iglesia, otorgándose a reserva de la licencia del Ordinario; lo que provocó ciertos conflictos de competencia entre las distintas órdenes religiosas, que ralentizaron la autorización solicitada. Por ello, los religiosos franciscanos optaron por el sistema de hechos consumados, ocupando cuatro de ellos la referida Ermita el día 21 de septiembre de 1.625. Hecho que fue denunciado al Cabildo que, con fecha 22 de septiembre del mismo año, acordó “designar una diputación para conocer de todo ello y a su vista proveer”.
Agravada la situación por dicha ocupación y por la negativa Real al propósito fundacional, el Cabildo de fecha 10 de octubre de 1.625, revocó la autorización concedida para ocupar la citada Ermita y, para llevar a efecto su desalojo, el Cabildo a fecha 14 de noviembre de 1.625, mandó librar los maravedís gastados en cerrar las ventanas de la iglesia de Santa Ana y el resto de las obras realizadas, a fin de clausurar el templo.
Sin embargo, en 1.627, Frailes de la Tercera Orden de San Francisco, se posesionaron definitivamente en la Ermita y, aunque, posteriormente en el Cabildo de fecha 27 de Enero de 1.634-, les fue denegada la petición de construir un campanario sobre la torre de la Puerta Real, siete años después lograban permiso para edificarla sobre la muralla.
En el siglo XVIII, tras el terremoto de Lisboa, se ejecutaron obras que le otorgaron su actual fisonomía neoclásica.
El templo consta de una sola nave, con bóveda de crucero rematada por media naranja y capillas laterales muy pobres (como caracteriza a la Orden Franciscana). En cuanto a la Torre – y siguiendo el Espíritu de humildad Franciscana es, entre todas las ecijanas, la de menos cota de altura, contando con un solo cuerpo de cuatro arcos.
En el Retablo del Altar Mayor, se veneran las imágenes de la Santa Titular, de su esposo San Joaquín (padres de la Santísima Virgen María) así como la de Santo Domingo y San Francisco. Las capillas están ocupadas por hornacinas en las que se veneran las imágenes del Padre Eterno, Ntra. Sra. De los Dolores, San Francisco de Asís, Santa Teresa de Jesús, San Idelfonso de Toledo, Ntra. Sra. De las Peñuelas, San Antonio de Padua, Santa Escolástica, El Sagrado Corazón de Jesús, San Pedro Apóstol, San Juan Evangelista, y Ntra. Sra. De Montserrat (en un lienzo donado en 1780 por Juan Alabert y Planas).
Al haber sufrido varias veces un estado ruinoso, han sido varias las restauraciones ejecutadas en el Templo. Sólo durante el pasado siglo, fueron dos: una en 1.925 y la otra en 1.945. Lógicamente, a partir de 1.959, cuando fue fundada nuestra Hermandad, uno de sus cometidos consistió en el arreglo y mantenimiento del Templo; habiendo sido necesario realizar numerosas reformas.
En 1.960 el Sr. Cura Párroco de San Gil, D. Joaquín Begines Moguer, que acogió con entusiasmo la iniciativa de los vecinos de la fundación de la hermandad ayudó a confeccionar las primeras Reglas o Estatutos y el día 25 de agosto de 1.960 fueron aprobadas definitivamente por las Autoridades Eclesiásticas y se nombró Hermano Mayor a Don Joaquín de Soto Ceballos.
Con el transcurso de los años, debido a su lamentable estado estructural y, a pesar de las numerosas obras de reforma que se realizaron en los primeros momentos, la Iglesia alcanzó un grave estado de deterioro, incluso con peligro de desprendimientos, por lo que la Hermandad, en el año 1.984, se vio en la necesidad de trasladar las Sagradas Imágenes del Santísimo Cristo de la Yedra y Ntra. Sra. de la Caridad a la Iglesia Parroquial de Santa María Nuestra Señora, en cuyo Templo – y gracias a su párroco Don Esteban Santos Peña -, les fue cedida una Capilla, situada a la derecha de la puerta de entrada, para que dichas Imágenes pudieran estar expuestas al Culto.
Mientras tanto, la Hermandad, no dejó de realizar gestiones tendentes a que el Ministerio de Cultura diera vía libre a la petición cursada por la Hermandad, varios años antes, para la completa y adecuada restauración de la Iglesia de Santa Ana. Gracias a estas gestiones, en el mismo año de 1.984 comenzaron las obras de restauración que, seis años después, aún permanecían y quedaron paralizadas por falta de presupuesto.
En 1.991, y siendo Hermano Mayor Don José García Priego, la Hermandad se hizo cargo de proseguir las obras, con fondos propios y con la inestimable ayuda del Sr. Cura Párroco Don Manuel Blanco Jiménez, sufragando, entre otros, los gastos de la restauración del Altar Mayor, el acondicionamiento del altar del Santísimo Cristo de la Yedra, así como el de Nuestra Sra. de la Caridad y, las dos nuevas campanas de la torre y su electrificación, el mobiliario para la Iglesia, etc.
Las obras se culminaron en su totalidad en 1.992, realizándose el definitivo traslado de Titulares desde la Parroquia de Santa María Nuestra Sra., el día 13 de abril del mismo año, coincidiendo con la Estación de Penitencia, que fue acompañada por miles de fieles y devotos de la Cofradía.
Casi un mes después, El 3 de mayo de 1.992 se procedió a la bendición de la Iglesia de Santa Ana, quedando definitivamente abierta al Culto, en una solemne ceremonia oficiada por el Ilmo. Y Rvdmo. Sr. D. Carlos Amigo Vallejo, arzobispo de Sevilla.
Corriendo el año 1998, se hace entrega de la Medalla de oro de la Hermandad a D. Joaquín de Soto Ceballos y a D. José García Priego, primer hermano mayor de la Hermandad y artífice de la recuperación de nuestra sede canónica, respectivamente.
En ese mismo año, la Hermandad estrena el nuevo Estandarte que se había realizado en los talleres de bordado de D. Jesús Rosado, llevándose también a cabo la bendición de un azulejo de la Virgen del Valle situado en la fachada de la Iglesia de Santa Ana, erigido en señal de agradecimiento, ya que no se produjeron daños personales en la grave riada del 18 de diciembre de 1997.
El año 1999, último del milenio, se produjeron en Écija, dentro del ámbito cofrade y devocionario dos eventos de gran importancia: el primero el 3 de abril, Sábado Santo, día en que se celebró el tercer Santo Entierro Magno, de los celebrados en Écija, y el 8 de septiembre del mismo año la Coronación Canónica de la Virgen del Valle, patrona de la ciudad de Écija, en ambos acontecimientos participó nuestra Hermandad con gran regocijo e implicación de sus hermanos. Además, coincidiendo en dicho año de la Coronación de nuestra patrona con el año Santo del Amor del Padre y la Caridad, Ntra. Sra. de la Caridad realizó una salida Extraordinaria para su conmemoración.
Es en 2002 la conmemoración del X aniversario de la Bendición de la Iglesia de Santa Ana, que estuvo a cargo del Ilustrísimo arzobispo Fray Carlos Amigo Vallejo.
El año 2009, fue año señalado para la Hermandad, en él celebramos el XXV aniversario de la creación de la cuadrilla de Ntra. Sra. de la Caridad, para cuya conmemoración se celebró un Pregón a cargo de D. José Naranjo Diaz, el 9 de febrero de ese año; y el más importante el L aniversario de la fundación de nuestra Hermandad. El primero de los actos que se celebraron, tras la Semana Santa, para festejar esta efeméride fue el Pregón conmemorativo del L aniversario a cargo de D. Rafael Benjumea Gómez, el día 16 de mayo al que siguió el Rosario matutino que se realizó el 17 de mayo, con la imagen de Ntra. Sra. de la Caridad, hasta la iglesia de Sª María, donde se celebró una misa en su honor. Posteriormente, en la mañana del 24 de mayo, se celebró en la iglesia de Santa Ana, la misa oficial del L Aniversario de la Hermandad, y al término de esta, se descubrió un mosaico conmemorativo en la puerta de la iglesia. Este mosaico se encuentra enclavado en la pared de la torre, y en él aparece el Cristo de la Yedra con la imagen de Nuestra Señora de la Caridad a sus pies. Tras otros actos como conferencias y charlas temáticas cofrades a lo largo de esos días, se puso colofón a la celebración del aniversario con la salida extraordinaria del Smo. Cristo de la Yedra, el día 30 de mayo, tras celebración de Solemne y Santa Misa.
Tres años después, en 2012 celebramos el L aniversario de la primera salida procesional de la Virgen de la Caridad, entre los actos que se realizaron para su celebración destacar la realización del cartel conmemorativo del L aniversario a cargo de D. Francisco Martín y exaltado por D. Antonio Carlos García Martín. Y el pregón por el L Aniversario de la primera salida de Nuestra Señora de la Caridad, exaltado por D. Francisco José Fernández-Pro Ledesma.
El 11 de mayo de 2015 se aprueban, en Cabildo Extraordinario, las nuevas Reglas de la Hermandad, momento en el cual la Hermandad adopta su nombre actual, incluyendo las advocaciones de Santa Ana y San Joaquín y accede el título de Ilustre gracias a la concesión de uso hecha por Dª María Soledad Martorell y Castillejo, VIII duquesa de Almenara Alta, XVIII duquesa de Escalona, XVI marquesa de la Lapilla, VIII marquesa de Albranca, XV marquesa de Monesterio, XI marquesa de Paredes, XIX marquesa de Villena, X condesa de Darníus.
Ese mismo año 2015, quedará para el recuerdo por la celebración del CD aniversario del Voto Concepcionista de la ciudad de Écija, en cuya celebración participó activamente nuestra Hermandad, siendo de resaltar los dos Besamanos extraordinarios de Ntra. Sra. de la Caridad y la participación en la procesión Magna Mariana del mes de octubre.
SANTÍSIMO CRISTO DE LA YEDRA Y NUESTRA SEÑORA DE LA CARIDAD
Padre mío de la Yedra,
Cuando pasas por el Puente,
Mi alma siente un quejío.
Toda Écija se engrandece,
hasta se ensancha el río
Y “to” el Barrio se estremece,
Por lo mucho que has “sufrío”.
(…) Atrás vendrá su Madre,
la Santísima Virgen de la Caridad,
y nada más salir
la Saeta no se deja esperar:
La que se venera en el “Puente”,
La fiel corredentora,
La que derrocha bondad,
La Reina y siempre Señora,
Es la Virgen de la Caridad.
Francisco Aguilar Hidalgo.